Brindar y festejar.

Un día de primavera diferente. Un día de primavera completamente igual. Las hadas no cantaron, los duendes no se presentaron a hacer maldades y mis ojos siguen viendo las mismas mentiras y verdades.
No recuerdo como fue el año pasado, pero me parece que tengo una leve idea de que vos todavía estabas ahí, rondando en mi mente y en mis días.
La verdad es que no te extraño, pero si extraño la forma en que me sentía gracias a vos.

Brindemos por lo que fuimos y por lo que nos deparan nuestros destinos separados. Brindemos porque alguna vez me sienta mejor que con vos.

Por todas aquellas almas que se sienten igual que yo, feliz día de la primavera. Ojalá que algún día estemos tan bien como nos merezcamos.